Bueno,
Parece que solo hacía falta un poco de melancolía para poder publicar de nuevo. Ayer y hoy estuve un ratito con Mr. Le Professeur en el hospital. El machoman se pego un OSTION como los mejores.
El verlo en la cama con toda la cara magullada cuando volvía para casa me invadieron expresiones derrotistas al comprobar una vez más que la vida es muy frágil y en cualquier ocasión el fino hilo se puede romper sin más.
No soy nadie para opinar pero creo que seguramente el David pronto lo veremos subido en su flamante Cannondale tirando como una bestia parda.
domingo, 31 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)